martes, 15 de mayo de 2007

La sombra del ciprés es alargada


Tenía prisa, llegaba con el tiempo justo y mi cabeza no dejaba de darle vueltas al tema de siempre... pero de repente vi mi sombra en las escaleras y pensé: la sombra del ciprés es alargada... y la mía también. Mi sombra es alargada cuando a las cinco y veinte de la tarde le da a mi cuerpo el sol con perspectiva por la derecha. El sol me hace un picado. Ya lo dijo Delibes, la sombra del ciprés es alargada. También el sol le hace un picado al ciprés. La tarde está llegando a su fin y mi sombra se alarga hasta deshacerse en la noche, donde todo es sombra. LLegué a tiempo por una vez.

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