martes, 15 de mayo de 2007

La indigencia y la cursilería



Aquí tenemos la viva imagen del mundo superficial y sin valores en el que vivimos, un mundo en el que ricos y pobres conviven en los mismos lugares, sin que por ello unos interfieran en las vidas de los otros. Ciudades en las que a dos calles de los barrios lujosos nos encontramos con lo más marginal. Unos tanto y otros tan poco... Contrastes que pasan desapercibidos ante los ojos de la deshumanización. ¿No sería posible combinar estos dos mundos, mezclarlos, equalizarlos? ¿No sería posible que los ricos dieran parte de su dinero a los pobres y que los pobres dieran humildad a los ricos? ¿Qué nuevos seres surgirían de todo esto? La respuesta está clara: indigentes pero cursis. Bienvenidos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hablando desde la posicion en la que cada uno de nosotros estamos, es fácil juzgar, aun mas fácil mirar hacia otro lado, lo dificil es ser un revolucionario, que sin pensar que esta echando valor, sin darse siquiera cuenta, no sigue los pasos de los que juzgan o evitan mirar si no que se crean caminos independientes que hacen al resto de la gente dudar sobre el camino al cual lleva su vida, te hace dudar del comprtamiento que tienes contigo mismo o con los demas o todo en general, esta duda solo nos embriaga durante el tiempo justo en el cual tenemos un rato libre, aunque sea casual, para pensar.el sentido que le damos a la vida es la de rodearnos de distracciones para asi no poder pensar en la agonia de este aberno que es la tierra. yo puedo hacer un millon de cosas y aun asi no estaria conforme ya que consciente o inconscientemente pensaria en tener mas y mas sin darme cuenta de que el hecho de que diera la mitad de mis cosas haria que otro viviera de una manera que jamas se hubiera podido imaginar.¿porque no lo hacemos? porque buscamos las suficientes distracciones como para que te ocupen casi una vida entera; te enteras de las cosas cuando te pasan a ti, a la gente las cosas que le rozan les da igual porque: ¿el tiempo todo lo cura no? que mas da lo que pienses si ni siquiera sabes lo que eres, lo que somos o lo que seremos. Convencer a los demas empieza por convencerse uno mismo, y yo estoy convencido. Todo apesta.
Soy Flimarcos