viernes, 1 de junio de 2007

La falacia del patrón: ¿Un roto para un descosido?


Es curioso que la mayoría de las personas encajen en patrones idénticos. Formas de actuar, de comportarse, de hablar, de relacionarse, de pensar. Todos cortados exactamente por el mismo patrón. Todos intentando romperlo. Y todos buscando luego un roto para su descosido, sin darse cuenta de que los patrones son perfectos, no tienen dobleces. De vez en cuando aparece la imperfección, que no es tal, es el vivo retrato de la originalidad. La marginalidad es la originalidad, la creatividad, lo nuevo... y ¿qué pasa con estos seres imperfectos que no se ajustan al patrón? Viven completamente aislados, desterrados de la sociedad, pero en perfecta armonía con sus valores y con sus principios. Realmente son estos descosidos los que nos manejan desde fuera, los que mueven los hilos y tejen los patrones perfectos en los que los demás estamos inmersos sin poder salir de ellos. De eso se trata la originalidad.