viernes, 17 de octubre de 2008

Denominaciones de origen


Es sorprendente cómo las "denominaciones de origen" pueden llegar a trastocar tu personalidad, tu vida y la de los que te rodean o quieren rodearte. Desde que naces hasta que mueres la sociedad en la que nos ha tocado vivir nos etiqueta: eres la hija de..., la nieta de..., la puta de..., la amiga de..., la novia de... Y lo peor es que el sambenito no te lo quita ni Dios. Se te acumulan las etiquetas y por mucho que cambies o te escindas de las personas por las que tienes denominación de origen, nunca serás tú, sino "la de". Yo soy la hija de Paco y Loli, la nieta de Ser, la puta de 4º de la ESO, y "la novia de". Realmente sólo las dos primeras afirmaciones son ciertas, pero YO SOY YO, una persona para empezar, indisoluble, que no necesita de ninguna etiqueta para vivir, pero las etiquetas no me dejan seguir viviendo.

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